Estoy seguro de que hay otros Juan-Sí, otras piezas, que seguro matizarán esta serie, o su trabajo de los últimos tiempos. Tengo una idea de donde proviene la decisión de contar estas historias, pero no es algo sobre lo que quiero especular a día de hoy.

Juan-Sí va a presentar su libro el próximo sábado en The Annex Gallery, a la una de la tarde. Estará firmando algunos ejemplares de su último libro. Se llama American Playgrounds (2005–2024). Otros autores afirman que este proyecto condensa la idea de que todo hogar es también una medida de distancia, memoria e invención. Que no es un inventario de vistas panorámicas, sino una road movie inmóvil, pensada para sugerir intimidad aunque muchas tomas se hagan a distancia, desde el asiento del conductor.

Han calificado sus paisajes de anímicos: sus fragmentos de suburbios y extrarradios parecen sets abandonados donde pudiera suceder algo en algún momento. Donde la ausencia de la figura humana vuelve táctil su presencia. En la quietud improbable el horizonte se tensa en silencio. La iconografía estadounidense —sus tótems, su publicidad, su devoción— aparece como un museo al aire libre y, a la vez, como maquinaria de persuasión.

¿Cuál sería su método?

Acopio de imágenes con potencial narrativo. 'Cocinarlas' hasta forzar su zona de sentido sin perder el pulso documental. La cámara —una Sony ligera— y la ventana del auto producen ritmo, corte, pausa y deriva. A veces apaga el GPS para perderse y al perderse, encuentra. Cuando vuelve a orientarse, ya hay un relato. Su fotografía reescribe la realidad.

¿Qué podremos encontrar en este conjunto de obras?

Entrar en sus escenarios y elegir el rincón más confortable. Funcionan como una brújula que señala el norte de un paisaje que es el mismo en todos sus cuadrantes. Por ello, quizás, da lo mismo el camino elegido, porque encontraremos lo similar poco más adelante. Es además una cartografía emocional que recorre la intersección entre documento y ficción, entre arraigo y desarraigo, visibilidad e invisibilidad.

Más allá de describir su narrativa —sin dudas interesantísima— el centro magnético de la obra de Juan-Sí es precisamente Juan-Sí. Porque como yo lo veo, es como un piloto de formula 1 que aparca su vehículo para llegar a la meta caminando. Otra disidencia. Nunca son suficientes.

Tanto como su obra me interesa su historia. Porque es también la mía, la de su gente, su tierra y la de los primeros humanos que disintieron del continente original. Forma parte de la Historia Universal del Disenso. Un grande dentro de ella.

Vamos a contarla a los que aún no la han escuchado. Pero de momento, este disidente estará el próximo sábado en The Annex Gallery, a la una de la tarde, firmando unos pocos ejemplares de su último libro.