Esta exhibición —y en particular, esta fotografía— tiene un trasfondo bellísimo. Cuando B. S. Shivaraju era un niño en la zona rural de Karnataka, India, él y su madre jugaban a ser oficiales de policía. Solo uno de los muchos juegos que proponía el abuelo, actor de teatro en su juventud. Aquellas doradas tardes vivían apenas en su memoria. El vínculo con su madre, Gowramma, sigue siendo intenso y por mucho tiempo soportó el dolor de no poder revisitar aquellos juegos con ella, riendo juntos ante viejas fotografías. No podían pagar la tarifa de un estudio fotográfico local, y mucho menos una cámara. Sabía que muchos disponían de álbumes para guardar las imágenes. Él, en cambio, lo hacía en el calor de su corazón y, en sueños, hojeaba una y otra vez cada imagen, para no perder ninguna.

Quiso ser artista, pero la vida lo convirtió en oficial de policía de Bengaluru, donde permaneció por 18 años. Sin embargo, las alentadoras palabras del abuelo germinaron y en su tiempo libre comenzó a tomar fotografías. La capacidad transformadora del arte, su mimetismo y la posibilidad de encarnar múltiples existencias, lo llevaron a persistir en la visualidad como experiencia lúdica. Su gestión de la escena lo hizo destacar entre muchos artistas más intensos y dramáticos.

Había, por supuesto, un proyecto que lo acompañaba desde hacía tiempo. En 2017 Shivaraju —que ahora se hace llamar Cop Shiva— comenzó a escribir todo lo que recordaba haber vivido con su madre cuando era niño, sentando las bases para la serie No Longer A Memory. Regresó a su aldea natal de Bannikuppe y construyó un estudio con rústicos fondos multicolores, brillantes, hechos a mano. Como el humo del té cuando está listo, emergieron allí los recuerdos con un esplendor alegre y maximalista. Gowramma brilla en ellos con el intacto entusiasmo de entonces.

Cop Shiva ya tiene su álbum familiar. Y todos quieren verlo. Lo estará exhibiendo en toda la India en los próximos meses. Pudo darle a su madre el protagonismo que merece. Para él —y para casi todo el mundo también, que el amor se comparte— es el todo de su vida: su maestra, su apoyo, también el padre y su mejor amiga.

Una mujer de aldea, sin instrucción alguna, que ama como si acabara de inventar el amor.

La tercera edición de Art Mumbai se celebra del 13 al 16 de noviembre de 2025 en el histórico Mahalaxmi Racecourse. Es ya una de las ferias más dinámicas y significativas del sur de Asia. Con la participación de 82 galerías —64 de India y 18 internacionales— y cerca de dos mil obras entre arte moderno y contemporáneo, combina rigor curatorial y proyección de mercado. Su programa incluye conferencias especializadas, recorridos guiados, talleres y un Sculpture Walk dedicado enteramente a artistas mujeres.

Reafirma con claridad su vocación inclusiva y su interés por ampliar el diálogo cultural. La edición de este año destaca además por la gran retrospectiva de Tyeb Mehta en su centenario, un gesto que enlaza la modernidad india con las búsquedas actuales. Art Mumbai se proyecta como un puente entre las escenas locales y la esfera global. Un espacio donde las memorias, debates y energías del arte del sur de Asia encuentran visibilidad y resonancia internacional.